lunes, 20 de julio de 2009

The One I Love

¿Cómo no hacerlo?


viernes, 17 de julio de 2009

martes, 14 de julio de 2009

Ocio

El otro día le comentaba vía chat a amigo Xs que iba a tener la tarde libre, con motivo a esta suerte de "reducción de personas en el lugar de trabajo por posible contagio".

Entre emocionada e indecisa, le pregunto qué se le ocurría que podía yo hacer en ese tiempo libre.
Estas fueron sus opciones para que yo mate mi preciado tiempo:

- "Andá a estornudar a los bares" (y ver como se espanta la gente, claro)
- "Hacé barbijos con servilletas de papel y vendelos en la esquina de tu casa"
- "Jugá con alguna amiga a ver quién consigue alcohol en gel más rápido"


A veces pienso que si en lugar de los imbéciles que crean los juegos para el programa de Julián Weich, estuviera mi amigo Xs, la vida sería muy pero muy diferente.

lunes, 13 de julio de 2009

De Película II - T:4 - Redemption Song

Hace unas semanas fui con un amigo de ver Terminator 4.

No voy a hacer una defensa del por qué fui a ver esa película, pero básicamente creo que este tipo de films hay que verlos en el cine, sino no tiene sentido.

Y también porque tiene un par de cosas que me encantan, como las explosiones, la inminencia del fin del mundo y Christian Bale. No sabía que estaba Christian Bale.
Gracias amigo Xs.

De todos modos, tengo que aclarar que el hermoso Christian sigue hablando como en The Dark Knight, como si tuviera un distorsionador de voz que lo hace hablar como si le hubieran hecho una traqueotomía.
Estoy tentada de volver a ver American Psycho a ver si le ajustaron la voz del personaje con la nueva voz de Christian.

Al margen de estas cosas, me sigue asombrando cómo el cine hollywoodense tiene la permanente necesidad de redimir a sus villanos.

La idea de "save your soul" está siempre a flor de piel, o veladamente para estos personajes.
Y finalmente, si el antagonista no paga sus culpas, si no pide perdón, si no pierde un brazo (o dona su corazón) para salvar a un indefenso, y por lo menos llegar a intentar pasar un sobre por abajo de la puerta del paraíso, la historia no cumplió su objetivo.

En T:4 verdaderamente se van al pasto con la redención de la pseudo chatarra convertida en un cálido humanoide que le brinda calor (no entiendo cómo, si la lata es fría) a una bella guerrera morocha (lugar común nro 86).

No voy a decir cómo termina, pero amigo Xs y yo supusimos de inmediato cómo iba a ser el final y le pedimos al dios de los finales predecibles de las películas que por favor no metiera su rayo divino de salvación en esa escena.

Pero lo hizo, y el final no voy a relatarlo porque es sencillamente inverosímil y eso que ambos estábamos dispuestos a creernos cualquier cosa.
Porque ESE es el contrato que uno hace cuando se dispone a ver esta clase de películas.
Pero se abusan.

Creo que hay un profundo problema de comprensión de la naturaleza humana, de aceptación del camino que cada ser humano optó tomar.
Casi siempre, el que asesinó, robó, maltrató, violó, bebió, se drogó, habló mal de la Navidad y de los negros, o le pisó el triciclo a un nene con la camioneta, en algún momento de la historia pide perdón, pide ser incluido y aceptado dentro del maravilloso mundo de felicidad de los protagonistas.

Y sus actos más terribles y sórdidos se ven disculpados por algún cura o monja o niño que lo toma de la mano y le muestra que él también puede ser amado.

Y la realidad muestra que las personas sórdidas y oscuras rara vez traicionan su esencia y son lo suficientemente fuertes como para no retornar a su sordidez.
La realidad muestra que rara vez hay redención para ellos.

Dejo una foto a modo ilustrativo, apenas.



viernes, 3 de julio de 2009

Enjoy the silence

Hace muchos días que no escribo y que no pongo algo en el blog.

Tengo una combinación de sensaciones raras, que tienen distintas vertientes y confluyen en mí hoy y que se manifiestan a partir de algunas cosas que suceden.

Brotan.

Están a flor de piel.

Pero no las puedo escribir.

Y no escribo porque, a pesar de estar llena de palabras, no sé cómo volcarlas, no sé qué decir, ni cómo hacerlo.

Quizás no sea el momento para hablar en este espacio.