martes, 26 de octubre de 2010

Angry Chair

Compré esta sillita en Mercado Libre... y me salió dos pesos, en esto de lo lúdico y fortuito que tienen las subastas.

A la silla le faltaba un palito y conseguí que un tornero lo hiciera.
Sacarle el tapizado fue como quitarle una a una las mañas, caprichos y astillas que tengo desde la infancia. Me costó una barbaridad. Llegué a soñar con clavos, uno sobre otro, que se negaban a salir.

Pero cuando hago estas cosas me despego, puedo no pensar en nada, sólo en el acto, punto a punto de conseguir un objetivo.

La llevé al taller ayer. Le puse "Elvira" porque me hizo pensar en una mujer que había sido vecina a la que mi mamá iba a ver siempre. Estaba vieja, mucho, y se pintaba una barbaridad. Cuando te saludaba, te quedabas pegada de la cantidad de maquillaje que usaba.

La lijé, le puse el palito que le faltaba y Lili (una de las profesoras) me enseñó a encolarla porque estaba despegada y medio floja. También la encinchamos.

Está quedando preciosa Elvira.


lunes, 18 de octubre de 2010

Black gives way to blue

Hace casi dos meses empecé un curso de restauración de muebles.
Hacía mucho tiempo que quería hacerlo y siempre dilataba el hacer esto que (sabía) que me iba a hacer bien, hasta que me decidí y arranqué.

La primera silla que restauré, es una que le robé a papá porque no encontraba algo que me gustara para comprar. No es una silla de estilo, ni mucho menos, pero el objetivo era tener material para lijar, pintar, destachar, retapizar, poner cinchos, hacer todo el tapizado nuevo... materia y acción. No importa la forma ni el estado.

Y acá está el primer "ensayo", digamos... no lo puedo llamar "la primera obra" porque la tomo como un borrador.

De fondo, obvio, se ve mi despatarrado hogar.