martes, 7 de diciembre de 2010

Vivir, solo cuesta vida

.... ayer mi papá me contó que había fallecido una amiga muy querida para él.
Edelta.
Edelta estaba casada con Gabriel. Gabele, como le decían.
Edelta y Gabele se casaron el mismo año que mi papá se casó con su primera mujer, Martina.
Cuando mi papá se fue de la casa de sus abuelos, a los 14 años, siguiendo a su padre que lo habia vuelto a buscar, sus abuelos le dijeron que nunca mas volviera a esa casa.
Mi papá no aguantó más que unas semanas con mi abuelo Raimundo (que merece un post aparte, por nombre, comportamiento y acciones que determinaron su vida y la de sus hijos).
Y mi papá, cuando quiso volver, no fue aceptado por sus abuelos, pero sí por los padres de Gabele, que lo tomaron como a un hijo más, porque lo conocían y lo adoraban.
Mi papá se crió con Gabele, y también con Edelta.

Gabele murió hace varios años ya, y fue mi mamá la que le tuvo que contar la noticia a papá, porque mis hermanos no se animaban a decírselo.
Su amigo de crianza había muerto.
Y su muerte fue una de las tantas ausencias que Jesús, mi papá, tuvo que aprender a sobrellevar.
Hoy Jesús tiene 89 años, y es fuerte como un roble.
Esa fortaleza ha hecho también que haya tenido que atravesar la desaparición de sus seres más queridos.

Cuando me contaba el domingo, lo enferma que estaba Edelta, y cuánto sufrió todo este tiempo hasta que finalmente murió, se le llenaron los ojos de lágrimas.
A mí también.
Él es un hombre muy fuerte, aunque yo lo he visto llorar varias veces. Nunca tuvo demasiada verguenza de llorar delante mío.
Le puse una de mis manos sobre una de las suyas.
Me miró y me dijo "no somos nada, como dice el borracho en el velorio".

Y me hizo reír y le conté otro chiste de esos.
Y entendí por qué había llegado hasta este punto de su vida de este modo.
Y entendí también por qué yo había podido sobrevivir a tantos momentos dificiles de este modo.

Todavía no encontré una imagen para poner acá que le haga justicia a todos los integrantes de este relato.

4 comentarios:

  1. extraordinario!!!

    ResponderEliminar
  2. ufff estaba revisando quien eras y no se porque me quede en este texto. Tristemente Hermoso. Saludos

    ResponderEliminar
  3. Recién hoy leo estos comentarios.
    Gracias!

    ResponderEliminar
  4. Recién leo este post. Muy bueno. Felicitaciones por la manera en que llevaste el relato (aunque era una anécdota triste, vale la pena rescatar lo lindo que está escrita).

    ResponderEliminar