viernes, 27 de febrero de 2009

Leave I

Estoy a punto de partir!!!!
Vamos con amiga Xmm a Salta y Jujuy.
Espero seguir siendo amiga de Xmm a la vuelta también.

Necesito mucho estos días y tengo muchas ganas de los paisajes del norte. Me encantaría tener más días, para quedarme más tiempo en cada uno de los lugares, pero por ahora tengo una semana, así que aprovecharé lo más que pueda!!!

Me acuerdo que cuando era más chica me daba mucho miedo viajar.
Temía que cuando volviera el mundo hubiera seguido como si nada sin mí. Insoportable la idea.
Ahora ya entendí que no es taaaaan importante.

Quiero una valija como esta!




jueves, 26 de febrero de 2009

Tumbaya

Estoy a punto de irme a Salta + Jujuy en... menos de 48 horas.

No me pregunten por qué pero cuando pase a Tilcara quiero bajar a Tumbaya.

Cuando comenté esto, amiga Xma me dijo "¿seguís insistiendo con Tumbaya? ¡no hay NADA en Tumbaya!!".
Es que la vez anterior que fui a Salta + Jujuy fui con ella.
Y quise bajar en Tumbaya y ella no me dejó.


Lo curioso es que no había vuelto a pensar en ese pueblo hasta ahora. Se ve que había quedado rezagado en mi psiquis hasta que un nuevo viaje lo revivió.

Igual, por austero que se vea me parece muy bello.


lunes, 23 de febrero de 2009

Hay poderes que no deberían ser molestados

El sábado estábamos con OotS y amiga Xmm en una plaza charlando de nuestro próximo viaje a Salta y Jujuy.
Amiga contó que había leído acerca de las momias incas que habían hallado hace 10 años en el Llullaillaco.
Se trata de tres niños que estuvieron enterrados durante 500 años, hasta que fueron descubiertos y llevados al Museo Antropológico de Salta.
Están en perfecto estado de conservación. Y parece que estuvieran dormidos.


Los niños fueron enterrados vivos allí porque en el estado Inca se enviaban las criaturas más bellas y sin defectos al Cusco (hoy Perú,) por lo general hijos de caciques, para realizar ritos. Después de la celebración, eran vestidos con la mejor ropa, le daban de beber chicha (alcohol de maíz), y una vez dormidos eran depositados en un pozo bajo la tierra, en las huacas o adoratorios junto a un rico ajuar.
Según la creencia Inca, estos niños ofrendados no morían, sino que se reunían con sus antepasados, quienes observaban las aldeas desde las cumbres de las altas montañas.
Lo que mencionaba Xmm es que hay quienes culpan a los que profanaron estas tumbas de los desastres ecológicos que suceden en la región.

Coincidentemente, anoche, en mi maratón pre onírica en la que veo X Files hasta el cansancio (literal) el primer capítulo que ví se trataba del mismo tema, obviamente que desarrollado de otro modo, mucho más truculento que el que relataba amiga Xmm.
En la serie una tumba era profanada y el espíritu de la persona (en este caso de una chamán) vengaba la profanación con la muerte de quienes la había alejado de su lugar de descanso.

Tanto la serie como el relato de mi amiga me pusieron a pensar por qué la cultura occidental se ha empeñado en desenterrar cosas que permanecieron ocultas durante siglos.
La avidez por conocer e informar ¿justifica la profanación? ¿o simplemente la difusión de las prácticas de otras culturas es sólo una excusa para otra arista del comercio legal e ilegal?

Creo que la cultura occidental debe ser la más irrespetuosa en cuanto a otras otras, y en cuanto a sí misma.
Parece no bastarle la decisión de una comunidad de preservar sus ritos, sus creencias y sus ofrendas.
Todo lo invade.
Lo invadimos, admito.
Pertenezco a esa cultura de antropología turística.

Lo que es cierto es que no es necesario de una maldición indígena para que se generen desastres naturales.
El ser humano solito se encarga de generarse sus propias maldiciones.

viernes, 20 de febrero de 2009

El buzo

A veces parece que la vida de uno se convirtió en un globo que, empujado por distintas corrientes de vientos, se mantiene elevado durante mucho tiempo.
Y a veces una fuerza inexplicable hace que haya un pequeño movimiento que provoca otro, y luego otro, y luego otro.
A veces uno no quiere moverse y el entorno no para de hacer, evolucionar, retroceder, avanzar.
A veces uno sí quiere moverse y el entorno quiere permanecer inmutable.

Lo cierto es que aunque me cueste, cada día me convenzo más de que hay que saber esperar.
Y en la espera, aprender a conocerse.
Es una tarea que uno no concluye en toda su vida, pero que a medida que uno la va realizando, le va dando pequeños pagos en satisfacciones que hacen que el aprendizaje valga la pena.

Hoy quería poner esta foto.
Cuando la vi me pregunté si el buzo llegaría a sentir algo del beso de la chica.
¿Cuantas veces los seres humanos nos empeñamos en hacerle sentir algo a un otro que tiene puesto un traje de buzo desde que nació?




miércoles, 18 de febrero de 2009

That´s how people grow up

Lo hice.

A- Me corté el pelo (estoy tratando de sacarme una autofoto para colgar acá pero no tengo buen pulso) y

B- Me bajé el disco nuevo de Morrissey, a quién adoro. Parece que es su último disco. O será una de las tantas promesas del mundo del espectáculo que jamás se cumplen?
Como:

- "nuestras diferencias son irreconciliables, no nos volveríamos a juntar ni que ocurriese un milagro".. o que alguna telefónica le pague una suma millonaria para la reunión.

- "estamos grandes, nos queremos dedicar cada uno a sus propios proyectos"... cosa que luego termina siendo, ejem, volver a juntarse

- "tenemos ganas de hacer algo nuevo, explorar nuevos sonidos".... y terminar haciendo lo mismo de siempre, salvo que lo produjo el mismo tipo que produjo nevermind de nirvana y esperan conseguir otro disco como ese. Como nevermind, digo.

Pero a Morrissey le creo.



lunes, 16 de febrero de 2009

Cut the cord

Me quiero cortar el pelo.
Hace tiempo. Pero así y todo me lo fui dejando crecer hasta que tomó la noforma que hoy tiene.

Siempre tuve el pelo corto y es como más me identifico, hasta que hace dos años decidí no cortármelo por un tiempo y un tiempo se fue convirtiendo en otro mes, y así llegamos a hoy.
O a mañana que es cuando se va a terminar este ida y vuelta entre él y yo.

A pesar de no seguir teniéndolo así desde hace tiempo, en mi imaginario de mí misma me veo como la chica de pelo corto.

Probablemente me vea también con otras condiciones que no tengo en el imaginario que tengo de mí misma.

Voy a adjuntar una foto, bastante pretenciosa por cierto, del corte que Natalie Portman tenía en una época. Más allá de que ella sea divina... el corte es precioso.
Veremos cómo queda!!



viernes, 13 de febrero de 2009

Viernes otra vez

Uffffffffffff, estuve alejada por varios días de este lugar.
Tuve mucho trabajo y no tengo pc en casa, con lo cual mi lugar de acceso es el trabajo y... cuando hay trabajo que hacer, y poco espacio para la dispersión... y esto es dispersión para mí.

Al final el temita del teléfono no se solucionó.
Tengo una carta mental de descargo para redactar, sabiendo aún que será muy raro conseguir algo positivo de esto, pero al menos quiero que mi queja quede plasmada en algún otro lugar que en mi cerebro, como un tatuaje malformado que se irá diluyendo con el devenir de otras furias y enojos que le imprime mi vida capitalista.

Fue una semana buena, rara, con un dolor de cabeza extraño que no se me va desde el lunes, pero con algunos reencuentros llenos de expectativa y energía (no con mi teléfono, por supuesto) que compensan el vampirismo laboral.

Hoy es el cumpleaños de una de mis amigas de hace mucho mucho tiempo, y aunque sé que ella no lee este blog, ojalá sienta cuanto la quiero desde acá.

Espero bajar a un lugar más tranquilo este fin de semana y equilibrar un poco con lo movido que estuvieron estos días.

Quiero publicar una foto alusiva a como me siento hoy....

martes, 10 de febrero de 2009

El regalo

El domingo a la tarde se me ocurrió sacar una foto con el celular.
Y en el preciso momento en el que presiono el "click", entra el llamado de una amiga y mi teléfono hizo lo que hace mi mente cuando alguien me habla mientras estoy redactando algo: se colgó.
Se colgó, se confundió, no pudo con eso.
Intenté guardar la foto. No pude. Intenté atender el llamado. No pude.

Resultado: lunes en la oficina de servicio técnico de la compañía de teléfonos preguntándome qué me había llevado a comprar un celular con cámara, siendo que un teléfono es para hablar y no para sacar fotos, y si un teléfono sirve para hablar y para sacar fotos y para escuchar música y para localizar la penitenciaría más cercana en el partido de La Matanza, y para despertarme a la mañana y para filmar el bautismo de mi sobrino, alguna de todas esas cosas la va a hacer mal. Sencillamente porque no puede con todo.

Sumado a la cámara, por supuesto que está la tarjeta de memoria que fue lo que estalló por completo y que constituye en la razón del desperfecto general. ¿Quién me mandó a comprar un teléfono con tarjeta de memoria?

El problema además, es que uno puede obtener uno de estos gloriosos aparatitos en cualquier puesto de cartón a la entrada de cualquier shopping, restaurant, paseo, galería, iglesia, colegio, etc, pero jamás podrá pretender que en el mencionado puesto de cartón con una sombrilla del año 98 "lookeada" para la ocasión le vayan a solucionar un "desperfecto técnico".
Para eso hay que cruzarse la capital y / o el conurbano y disponer de tiempo para que alguien te tome el reclamo y decida cuando volverás a tener tu equipo disponible.

En realidad, mi enojo no es con la rotura, ni con el teléfono, ni con la compañía celular en sí. Mi enojo es conmigo, porque el lunes en la espera recordaba el maravilloso texto de Cortázar que dice que cuando a uno le regalan un reloj, el que es regalado es uno mismo.
Cuando compré un teléfono, me compraron a mí.
Compraron mi tiempo de permanencia en la compañía, porque se aseguran de que no los voy a abandonar en un año como mínimo: esa es una de las condiciones del contrato entre el aparato y yo.
Compraron mi tiempo a la hora de llamar para hacer una consulta o un reclamo y decidir cuándo han de atenderme y también decidir si van a darme algo de lo que les pido o no.
Compraron mi libertad de hacer otra cosa, cuando tengo que pasar todo un mediodía esperando a ser atendida porque no lo hacen en otro sitio que no sea ese.

Cuando compré el teléfono, en realidad, me compraron a mí.
Y me compraron bastante barato.




lunes, 9 de febrero de 2009

The truth is out there


Desde que mi amiga Xa (la voy a llamar así para mantener su anonimato aunque ella en particular no se preocupa demasiado por su imagen pública) me trajo la 3ra temporada de X files, no puedo dejar de conectar la ficha roja y la ficha blanca en la base de mi cerebro y alimentarme a base de "actividad paranormal", reencarnaciones, conspiraciones transplanetarias y demás ingredientes supraterrenales.

El capítulo que ví el sábado hablaba de la memoria.
De cómo los pueblos antiguos preservan sus rituales a través de la oratoria.
De lo que van contando los ancianos a sus jóvenes y ellos a sus hijos.
De lo poco que sirven, a veces, los soportes digitales para esos fines.
Uno puede destruir un cd, un mp3, un minidisc, un cassette.

Pero destruir la memoria de alguien es mucho más complejo, y mucho más lo es destruir la memoria de un pueblo.

Aunque haya pueblos que se empeñan en olvidar y vivir su historia a tropezones, repitiendo una y otra vez los mismos desaciertos, como adolescentes eternos que se resisten a convertirse en adultos, y a crecer y hacerse cargo de que empezaron a afeitarse hace rato y que sus errores ya no merecen la indulgencia de la pubertad.

Aunque haya pueblos que se empeñen en recordar y revivir su historia permanentemente, frente a quienes quieran escucharla y también a quienes no quieren hacerlo. E imponen su memoria al resto de los pueblos, y porque se han empeñado en no olvidar, somenten a otros pueblos a los mismos dolores a los que ellos fueron sometidos.

Las personas, los objetos, los recuerdos, los sentimientos, las angustias y las alegrias, el sol, la lluvia y las nubes, todo vive siempre que haya alguien que así lo mantenga.

Y aunque la mente humana tiene sus trampas, cada uno es el artífice de su propia memoria y de lo que decida mantener vivo en ella.
Y de cómo ha de vivir en consecuencia.












viernes, 6 de febrero de 2009

Bailar

Tuve un viernes raro, y pronostico un fin de semana tranquilo y ... arriesgaría a decir que bastante para adentro.

Tengo ganas de estar en silencio, pero a la vez tengo muchas ganas de que pase rápido.

A veces cuando uno no sabe qué decir es mejor quedarse callado y escucharse, no?

Esta imagen me parece de lo más hermosa y siempre que escucho A Dustland Fairytale de The Killers, pienso en ella.

Creo que una escena así inspiró a esa canción.



Venus

Esta es una de las pinturas que más me gustan.
Tengo una lámina con su reproducción en la puerta del baño de casa (aunque yo diste mucho de ser una Venus... )

William Adolphe Bouguereau
La toilette de Venus, 1873


jueves, 5 de febrero de 2009

Ayer

Ayer fui a iniciar el trámite para obtener mi título universitario.
Los que me conocen hace tiempo saben que dejé de cursar hace casi tres años y también saben que nunca intenté ir a buscar el título.

Entonces.
Entonces la pregunta es qué me llevó a tratar de terminar una carrera cuasi desesperadamente, para luego no ponerle el moño, el título, la toga y el birrete jamás.

A veces uno se precipita a andar un camino sin contemplar cómo va a ser el final. Y los finales, de un camino, de una etapa, de un modo de vida, de un viaje, asustan.
Asusta el pensar en qué se hará luego de que el camino llegó a su fin y los compañeros de viaje fueron saludados y despedidos, y fueron hechas las promesas de un cercano reencuentro. Asusta que el deseo de transitar ese camino, de hacer ese viaje, se haya muerto y haya que dar a luz un nuevo deseo para seguir viviendo.

Entonces, uno (yo en este caso) se engaña en la permanencia entre dos mundos, el del estudiante y el del graduado, no haciéndose demasiado cargo de ninguno de ambos, no siendo una cosa ni la otra, pero sabiendo que la hora de la elección es también la hora de la renuncia.

Estoy feliz por haber iniciado el trámite.
Es como cuando una persona fóbica puede subirse a un subte. Para esa persona es difícil subirse a un subte.
Para mí es difícil clausurar etapas de mi vida.
Y ayer cerré una.

Voy a ver si encuentro una foto para celebrar este momento.









La ley de la calle


Un día voy a dejar de ser un ser urbano adaptado y le voy a pegar un carterazo al adulto que anda en bicicleta por la vereda llena de gente.
Si yo camino por el medio de Av. Santa Fe, los autos me llevarían puesta en dos segundos.
Es lo justo; cada lugar con su ley.

miércoles, 4 de febrero de 2009

El por qué de las cosas

Desde que tengo uso de razón, deseo llevar un cuaderno conmigo para anotar lo que pienso.
Como nunca logré hacerlo, creé este blog a modo de "anotador de experiencias" perpetuo.