sábado, 3 de diciembre de 2011

Move Away

Hace como nueve meses que no escribo acá.
Y creo que, minimamente una vez por semana, redacté mentalmente algo para subir, y no lo hice.

En el transcurso de estos meses pasaron muchas cosas, tantas como pueden pasar en un período así de largo, entre las cuales, murió Jesús, mi papá.

Quizás en otro momento en el que no tenga la lágrima tan fácil y la cursilería tan a flor de piel pueda escribir algo al respecto.

De momento sólo voy a decir que vivió mucho y bien. Y que por esas circunstancias raras a las que te expone la vida, los caminos, los enrosques y demás hicieron que yo no tuviera cuentas pendientes con él, ni faltas que lamentar, ni ausencias que reprocharme.
Y pude acompañarlo hasta el final. Y dejarlo ir.

Porque si hay algo que aprendí en estos tiempos es a no retener a quién no quiere permanecer.

Como me dijo mi amiga Xaz, el cielo es un lugar mejor con él ahi.

Aunque tengo mis sospechas de que todavía esté allí porque con lo cabrón que ha sido ya debe haber pegado un portazo.

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